Las circunstancias actuales, derivadas de la pandemia de Covid19, han obligado a replantear por completo la organización de las clases de Educación Física.
Se ha optado por dividir el espacio del gimnasio en rectángulos acotados con cinta adhesiva azul, respetando la distancia interpersonal entre los alumnos que se contempla en la normativa, de manera que puedan realizar las actividades sin invadir el espacio colindante. Los rectángulos están numerados y cada alumno tiene asignado uno como lugar de trabajo, siempre el mismo, en función de su número de lista.
La distribución de los alumnos al llegar al gimnasio es siempre la misma. Los bancos están numerados y cada uno tiene tiene asignado un lugar específico, coincidente también con su número de lista, para sentarse y dejar sus cosas. Ese sitio será el mismo durante todo el curso.
Se ha dejado un espacio libre frente al alumnado, desde el que el profesor puede explicar y/o mostrar las actividades que deben realizar los alumnos a lo largo de cada sesión.
El trabajo a realizar será individual, pues se considera la opción más idónea, ya que permite que los alumnos realicen las tareas sin tener contacto con el resto de compañeros.
También se han adoptado otro tipo de medidas, como el uso obligatorio de la mascarilla durante las clases, el mantenimiento de la distancia de seguridad durante los desplazamientos de ida y vuelta al gimnasio, la desinfección de los materiales que se utilicen, el aseo individual tras la clase, etc.
